A mediados del siglo XVII, uno de los pasatiempos favoritos de la alta sociedad francesa eran los juegos de azar. Los aristócratas de la época cruzaban atrevidas apuestas, que perdían y ganaban, a veces, con grandes sumas de dinero de por medio. Por aquellos entonces, un ingenioso caballero se dio cuenta de que ciertas apuestas parecían francamente ventajosas frente a otras, y empezó a pensar que tal vez los juegos de azar podían encerrar alguna lógica o ley que permitiese predecir el resultado.
Este ingenioso caballero, de nombre De Méré, le contó sus sospechas a un amigo matemático, Blas Pascal, quien a su vez comunicó las conclusiones que había sacado de las preguntas de De Méré a su amigo Pierre de Fermat (también matemático). Entre ambos matemáticos, escribieron algo así como el primer tratado de teoría de probabilidades aplicado a juegos de azar, en lo que terminaría siendo la base del Cálculo de Probabilidades y de la Teoría de Juegos, dos ramas importantísimas de las Matemáticas / Estadística y Probabilidad.
Una vez hecha esta introducción curiosa e histórica del inicio de la probabilidad como rama de las matemáticas, podríamos definir la probabilidad como las opciones de que un determinado evento suceda.
Un ejemplo para entender la probabilidad de un suceso
Uno de los ejemplos más sencillos de entender siempre que se explica la probabilidad es el resultado que se obtiene al lanzar un dado.
¿Cuántos resultados diferentes podemos obtener al tirar un dado?
El dado común está formado por 6 caras, por lo que existen 6 resultados posibles: {1, 2, 3, 4, 5, 6}.
¿Cuál es la probabilidad de que suceda cada uno de los resultados?
Suponiendo que se trata de un dado perfectamente equilibrado (así deberían ser siempre los dados), cada una de las 6 caras del dado debería tener la misma probabilidad de salir como resultante al lanzar el dado, por tanto, calculamos la probabilidad de que salga el número 1 (por ejemplo, es igual para cualquiera de los números en este caso) de la siguiente forma:

La probabilidad de que ocurra un determinado suceso debe estar siempre en el intervalo 0 ~ 1, o expresada en forma porcentual, entre 0% y 100%.
¿Para qué sirve la probabilidad?
En la vida real, podremos ver como se usa la probabilidad en diversas materías, como por ejemplo: las matemáticas, la estadística, la física, la economía, o la biología. Si bien es cierto que inicialmente la probabilidad se desarrolla para resolver problemas de juegos, cada vez es más común encontrarla en ámbitos de todo tipo: financieros, deportivos, científicos…
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